Hoy estoy torcida.

Bueno, voy al médico y le pido el alta, de todas formas no voy a trabajar hasta el miércoles. Bien.

Bajo al centro a llevar el alta al trabajo, al banco a arreglar cosas, al seguro a solucionar de una vez lo de los perris, si plecto, sigo en ello, y a las doce y media llamo a Alba. (por la voz la desperté).

Me montó un cirio, porque a ver donde estaba, de mucho cuidado.

Pasé de todo y le dije que me quedaba a comer a lo que ella contesta que si le compro unos cascos con micro.

Bueno paso, doy vueltas mirando escaparates ya sabeis para que, encuentro algo precioso (que no compro; estoy pensando).

Voy a comer y luego como una jilipollas a comprar los puñeteros cascos, encima había una oferta y tenían Cam de regalo.

Cuando llego a casa la niña no había ni barrido, ni fregado el suelo, vamos, que estuvo todo el día tocandose los eggs.

Empiezo a cabrear y reconozco que no tengo medida, así que en un arrebato, cojo los cascos a medio instalar y los rompí. Al final los pague yo.

Menuda, la que montó, y lo que dijo por aquella boca. Bueno pues como no estoy dispuesta a discutir, yo ni palabra. Así que está medio enfadada medio asustada.

Menos mal que como buenas Aries, mañana será otro día.

La verdad, es que estoy de este juego que nos traemos muy muy cansada.

Es que el primer cambio de actitud quizás lo debas tener tú, y lo digo desde el aprecio. Los hijos no lo podemos evitar, somos cómodos, y los padres muchas veces tampoco lo pueden evitar, les gusta vernos cómodos.

Mi madre es el ser que más se ha preocupado por mi por un simple resfriado, el que más de siempre, la que se preocupado por la cosa más insignificante, y la que con diferencia, ha buscado tenerme satisfecha.

Cuando yo era una cría había una cosa que comprendí rápido, sin que me la explicaran, que el dinero era limitado, y había que saber en qué lo gastabas. Y que había que esforzarse para conseguirlo. De manera que nunca pedí mucho y quizás mi madre por eso me rabeaba un poco más.

En definitiva, los padres están para guiar a ese hijo de la forma que creen que será mejor para su futuro y si de una forma no funciona, habrá que emplear otra.

Por otro lado, que yo no tendo ni idea si es el caso. Yo no me obsesionaría con limpiar y fregar. Empezaría por hacer las cosas juntas, siempre que se pueda, charlando de cualquier cosa.

Pero bueno, en fin, espero que no llegue la sangre al río.

No Plecto, la sangre nunca llega al rio.

Somos dos caracteres muy fuertes y chocamos por todo, simplemente porque somos iguales.

Hoy está como una malva (hizo todo lo que ayer no), y yo le di el dinero para otros cascos.

Se que no tendría que haberlo hecho, pero...

plectonemica escribió:Es que el primer cambio de actitud quizás lo debas tener tú, y lo digo desde el aprecio. Los hijos no lo podemos evitar, somos cómodos, y los padres muchas veces tampoco lo pueden evitar, les gusta vernos cómodos.

Mi madre es el ser que más se ha preocupado por mi por un simple resfriado, el que más de siempre, la que se preocupado por la cosa más insignificante, y la que con diferencia, ha buscado tenerme satisfecha.

Cuando yo era una cría había una cosa que comprendí rápido, sin que me la explicaran, que el dinero era limitado, y había que saber en qué lo gastabas. Y que había que esforzarse para conseguirlo. De manera que nunca pedí mucho y quizás mi madre por eso me rabeaba un poco más.

En definitiva, los padres están para guiar a ese hijo de la forma que creen que será mejor para su futuro y si de una forma no funciona, habrá que emplear otra.

Por otro lado, que yo no tendo ni idea si es el caso. Yo no me obsesionaría con limpiar y fregar. Empezaría por hacer las cosas juntas, siempre que se pueda, charlando de cualquier cosa.

Pero bueno, en fin, espero que no llegue la sangre al río.

me ha gustado mucho este comentario tuyo, Plectonemica...de cabo a rabo!!!!

ademas me siento muy identificada con todo lo que dices, tanto como hija (o lo que yo recuerdo mientras lo fui), tanto como madre (reciente)... duele muchisimo, y a la vez es una satisfacción, apreciar el amor de una madre, y al mismo tiempo apreciar el amor que se siente hacia los hijos...

es dificil de explicar.

ya lo dije una vez, creo...
mis padres han sido en general muy buenos padres pero lo único que quizá ha fallado en ellos es que fueran un pelín más duros para según qué cosas, y no me refiero a "estudia más" "no te compro esto", etc... que sí que lo decían. quizá es algo más sutil, más complicado de transmitir.
quizá imbuirme más autoconfianza, y más iniciativa para cosas que no fueran "obligatorias" como los estudios.

es quejarse por quejarse, creo que no he salido tan mal...