Por qué aullan nuestros perros

Para responder a esta pregunta es inevitable que nos refiramos a los antepasados más inmediatos de nuestros perros: los lobos.

El aullido, contrariamente a lo que muchas personas piensan, no es un llanto sino un canto. Los lobos aúllan para reunir al grupo. El aullar grupalmente refuerza los lazos del grupo y mantiene unida a la manada. Tienen incluso variantes armónicas que han sido estudiadas y que arrojan resultados sorprendentes y fascinantes, donde cada participante tiene un lugar en la armonía coral.

En este aspecto, encontramos que el aullido es similar a las motivaciones del canto humano. Las personas tribales compartían el canto colectivo con el objeto de mantener la unión de la tribu. Para los humanos las fiestas sociales tenían y tienen la finalidad de mantener la cohesión en el grupo de animales gregarios cooperativos, cantándose en muchas de ellas. ¿Porqué una empresa reúne a sus vendedores en una fiesta donde se incluye el canto del himno de la empresa? Para reforzar los lazos de unión grupal, como los lobos, somos animales gregarios cooperativos. Y en esto no encontramos diferencias con los cantos tribales, que se realizaban incluso en vísperas a salir de cacería, de la misma manera que los lobos lo hacen previo a realizar una cacería importante y arriesgada.

Sin embargo, como antes hemos comentado, es sorprendente la cantidad de personas que confunden el "cantar" con el "llorar". Se dice popularmente que cuando un perro aúlla es señal de que alguien va a morir. Los orígenes de este mito se encuentran enraizados en esta confusión del canto con el llanto.

Generalmente cuando una persona está enferma de gravedad, suceden una serie de cambios en los hábitos de sus familiares, siendo más acentuados si el enfermo está en el hospital. Entonces nos encontramos con un proceso en el cual el perro ve casi desaparecer, de un día para otro, al grupo familiar. El perro se queda solo durante mucho tiempo y percibe que "su manada se está moviendo"…. y aúlla.

Luego, si al enfermo le sobreviene la muerte, es lógico que nosotros los humanos, deduzcamos que el perro aullaba en los días previos al desenlace fatal porque presentía la inminente muerte de la persona y es inevitable entonces relacionar el aullar con el llorar. Es por esto que popularmente se dice que cuando un perro aúlla alguien va a morir.

Para comprender el porqué el perro aúlla cuando su manada se mueve, debemos referirnos a sus antepasados los lobos y hacernos esta pregunta: ¿Por qué se mueve una manada?, cuando las condiciones ambientales se han vuelto adversas puede suceder que la manada deba abandonar el territorio y localizar uno nuevo. Esta es una situación crítica en la vida de los lobos, así como de cualquier carnívoro gregario, como los leones. Es deseable permanecer durante muchas generaciones en un mismo territorio, pero pueden existir condiciones, por ejemplo, de sequía, que hagan que las presas emigren, y cuando las presas emigran los depredadores deben seguirlas para mantenerse cerca del "almacén".

Obviamente esto significa un gran riesgo, ya que el nuevo territorio al que se muevan las presas puede estar ya dominado por otro grupo de depredadores, tanto lobos como de otra especie, lo que significará la probabilidad de no poder conquistarlo.

Dentro de esta situación, los cachorros y lobos de jerarquías inferiores pueden quedar rezagados, perdiendo el contacto con el resto del grupo que emigra. ¿Qué debe hacer entonces un lobo aislado?, pues aullar para que sus congéneres se reúnan con él.

El aullido también puede darse en situaciones de estrés por separación como el caso del perro que se queda solo en casa durante mucho tiempo. Este aullido lo que persigue es reunir al grupo, su familia humana.

También, los perros suelen aullar en respuesta a ciertos sonidos de alta intensidad y de frecuencia media, o media alta, como la sirena de una ambulancia o las notas de un violín, de una flauta….,los cuales en varios aspectos se parezcan a un aullido. Este tipo de aullido se considera normal y en ningún caso debe ser interpretado como un signo de malestar o sufrimiento.

Escrito por: JOAN FERRER i SIRVENT